Levítico – El nombre de este libro proviene de la tribu de Leví. Dios separó esta tribu para que sirvieran como sacerdotes y levitas en el Tabernáculo, la tienda portátil utilizada como lugar de culto. En hebreo el nombre de este libro es wayyikra (y Él llamó) derivado de la palabra conque comienza.
Escritor humano – Moisés
Fecha – Alrededor de 1445 A.C.
Versículos clave
Levítico 11:45 RVR60 Porque yo soy Jehová, que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis, pues, santos, porque yo soy santo.
Levítico 20:26 RVR60 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
Propósito del Libro
Dios separó al pueblo de Israel de las demás naciones para que fueran Sus testigos ante estas. Deberían, por tanto, reflejar el carácter moral de Dios. Dios es santo (apartado de toda maldad). Por tanto el pueblo de Dios también debe ser santo. Levítico enseñó a los israelitas cómo vivir esa santidad que Dios requiere. Los cristianos hoy también estamos llamados a representar a Cristo y reflejarlo de tal modo no lo vean a Él toda nuestra manera de vivir.
Resumen
Levítico, es el tercer libro de nuestra Biblia y es una continuación del libro de Éxodo.
La acción de Levítico ocurre durante la estadía del pueblo en el desierto y se lleva a cabo en los predios del Tabernáculo cuya construcción y consagración se habían descrito en los últimos capítulos de Éxodo.
Levítico trata mayormente de las leyes y reglamentos de la comunidad israelita principalmente en lo relacionado con la adoración a Dios y cómo vivir de forma tal que se le honre. Levítico presenta leyes ceremoniales relacionadas con las ofrendas a Dios, las relacionadas con los animales puros e impuros y los rituales de purificación.
Los primeros capítulos están dedicados a instrucciones sobre cómo hacer ofrendas y sacrificios a Dios, incluyendo holocaustos, ofrendas de grano, sacrificio por el pecado, sacrificio por la culpa y sacrificio de paz. Luego detalla la consagración y los deberes de los sacerdotes, incluyendo cómo realizar los diversos sacrificios y rituales, cómo manejar los objetos sagrados y cómo identificar y tratar los diversos tipos de impurezas.
Además de las leyes relativas al culto, el Levítico también contiene leyes sobre el comportamiento ético y moral. Entre ellas se incluyen leyes sobre el matrimonio, la sexualidad y el trato a los pobres y desfavorecidos.
En Levítico 11-27 se encuentra lo que se conoce como el “Código de Santidad”, que describe el comportamiento ideal de los israelitas en su relación con Dios y entre sí. Este código destaca la importancia de la honradez, la justicia y la compasión.
En general, el Levítico proporciona a los israelitas una guía detallada y completa sobre cómo vivir una vida santa y justa de acuerdo con la voluntad de Dios.
Levítico comienza con una serie de instrucciones sobre cómo hacer ofrendas y sacrificios a Dios, Los diez primeros capítulos tratan principalmente de las normas que rigen los distintos tipos de sacrificios y ofrendas que los israelitas debían llevar al Tabernáculo y las normas relacionadas con la consagración de los sacerdotes. Los sacrificios incluían holocaustos, ofrendas de grano, sacrificios por el pecado, sacrificios por la culpa y sacrificios de paz, y cada uno tenía sus propios procedimientos y requisitos específicos.
El libro comienza con una introducción a los distintos tipos de ofrendas y sacrificios y a la importancia de presentarlos a Dios. El primer capítulo se centra en el holocausto, que era una ofrenda voluntaria que podía hacerse para expiar el pecado o expresar gratitud a Dios. El animal sacrificado debía ser macho, sin defecto, y el oferente debía poner la mano sobre la cabeza del animal antes de sacrificarlo.
El segundo capítulo trata de la ofrenda de grano, que era un tipo de sacrificio hecho de harina o granos mezclados con aceite e incienso. La ofrenda de grano era una forma de expresar gratitud y agradecimiento a Dios.
El capítulo tres describe la ofrenda de paz, que era una ofrenda voluntaria hecha en acción de gracias o celebración. La ofrenda de paz podía ser un animal macho o hembra, pero tenía que ser sin defecto y presentado vivo ante el Señor.
El capítulo cuatro introduce la ofrenda por el pecado, que era una ofrenda obligatoria que se exigía cuando alguien cometía un pecado contra Dios sin querer. La ofrenda por el pecado tenía diferentes requisitos dependiendo del estatus del pecador y de su ofensa.
En el capítulo 5 presenta instrucciones acerca de la ofrenda por la culpa. El propósito de esta ofrenda era expiar y hacer restitución por pecados particulares. Esto se aplicaba tanto en casos relacionados con las cosas sagradas como en los aquellos en que alguien defraudaba a otra persona así como a hacer restitución por determinados pecados. La expiación se realizaba ofreciendo un carnero sin defecto. La restitución se efectuaba con un pago en dinero. (Hindson, Ed; Yates, Gary. The Essence of the Old Testament: A Survey (p. 144). B&H Publishing Group. Kindle Edition).
A partir del capítulo seis vemos los deberes y responsabilidades de los sacerdotes, y del sumo sacerdote, en la realización de los diversos sacrificios y rituales y ofrendas, cómo manejar los objetos sagrados y cómo identificar y tratar los diversos tipos de impurezas.
El capítulo 8 detalla la consagración de Aarón y sus hijos como sacerdotes, mientras que el capítulo 9 describe su primer día de servicio.
El capítulo 10 es un trágico recordatorio de que a Dios no se le sirve como mejor nos parezca sino como él demanda. Relata la historia de Nadab y Abiú, dos de los hijos de Aarón, que ofrecieron ante Jehová fuego extraño, que Él nunca les ordenó que ofreciesen. Como resultado, de la presencia de Dios salió fuego que los consumió.
En general, estos diez primeros capítulos del Levítico establecen las normas fundamentales del sistema de sacrificios y proporcionan un marco para el culto de los israelitas y su relación con Dios.
Los capítulos 11 a 27, conocidos como el código de santidad, contienen una serie de leyes y reglamentos relacionados con el comportamiento ético y moral, así como instrucciones adicionales para el culto y los sacrificios.
El capítulo 11 esboza las leyes alimentarias para los israelitas. Especifica las aves, peces y animales terrestres que se consideran limpios o inmundos. Los animales inmundos no podían comerse ni usarse para los sacrificios. Entre estos se encontraban:
cerdos, perros, gatos, caballos, burros y ratas; mariscos sin aletas ni escamas, como mariscos, langostas, ostras y bagres; algunas aves, como búhos, halcones y buitres; y otros animales, tales como reptiles y anfibios. (https://www.gotquestions.org/animals-clean-unclean.html)
El capítulo 12 trata del proceso de purificación después del parto. La mujer quedaba impura siete días si tenía un varón y catorce si tenía una niña. Se consideraba impura no por haber dado a luz sino por la secreción de sangre tras el parto. El proceso de purificación consistía en llevar una ofrenda por el pecado al Tabernáculo.
Los capítulos 13 y 14 ofrecen instrucciones detalladas para los sacerdotes en cuanto a la identificar, tratar y purificar ceremonialmente diversas enfermedades de la piel, así como el moho en la ropa y las casas.
El capítulo 16 describe el Día de la Expiación. En este día conocido por los judíos como Yom Kippur, el sumo sacerdote sacrificaba un novillo por sus pecados y un macho cabrío por los del pueblo de Israel. De este modo se hacía expiación o se cubrían temporeramente estos pecados. Con la sangre de estos animales rociaba el propiciatorio. Soltaba un macho cabrío vivo (el chivo expiatorio) en el desierto, lo que significaba la liberación de los pecados del pueblo. Este era el único día en que el sumo sacerdote podía entrar al lugar santísimo. Era además el único día de ayuno establecido entre los días de las fiestas israelitas
El capítulo 17 establece el requisito de ofrecer sacrificios de animales en el Tabernáculo y no en otros lugares. Luego reitera la prohibición de comer sangre a todos los israelitas y explica la razón de esta. La sangre es la vida del animal y ha sido reservada por Dios para hacer expiación sobre el altar. El capítulo 18 esboza las leyes relativas al comportamiento sexual, incluyendo prohibiciones contra el adulterio, el incesto, la homosexualidad y el bestialismo.
Los capítulos 19 y 20 presentan una amplia gama de leyes éticas y morales, entre ellas el mandamiento de amar al prójimo como a uno mismo. Hay prohibiciones contra la idolatría y consultar adivinos y castigos por diversos pecados. Se ordena amar al extranjero que mora entre ellos, porque ellos también habitaron como extranjeros en Egipto. Se establece la muerte como castigo por el sacrificio de niños, así como por maldecir al padre o la madre, el adulterio, la homosexualidad, el bestialismo y el incesto.
El capítulo 21 esboza restricciones adicionales para los sacerdotes. Estos no podrían contaminarse con persona muerta excepto en el caso de parientes cercanos. Sólo podrán casarse con una virgen. A los sacerdotes con algún defecto físico se les prohíbe ofrecer las ofrendas, aunque sí podrían comer de la porción de las ofrendas asignadas a los sacerdotes.
El capítulo 22 especifica quienes pueden comer de las ofrendas. Además del sacerdote, las personas que fueran o hayan venido a ser parte de la familia sacerdotal podían comer. Si el sacerdote está impuro no comerá las ofrendas. Los forasteros que vivan en la casa del sacerdote no podrán comer las ofrendas, pero el esclavo comprado por el sacerdote podrá comer, al igual que todos los nacidos en la casa del sacerdote. También se presentan los requisitos para los animales ofrecidos como sacrificios, y se detallan los criterios para que los animales sean considerados sin defecto.
En el capítulo 23, luego de reiterar el mandamiento sobre el sábado como día de reposo, se establecen las siguientes como fiestas solemnes de Jehová: Pascua, Panes sin levadura, Primicias, la Fiesta de las semanas (conocida como Pentecostés en tiempos del Nuevo Testamento), el Día de las Trompetas, el Día de la Expiación y los Tabernáculos.
Los capítulos 24 y 25 dan instrucciones para el mantenimiento del Tabernáculo y el sacerdocio. Aarón debe atender las lámparas y poner el pan delante de Jehová. Un israelita blasfemó, luego de buscar el consejo de Dios lo sacaron fuera y lo apedrearon.
En el capítulo 25 Dios establece que cada siete años la tierra tendrá descanso, no se sembrará ni se segará. Cada cincuenta años habrá jubileo, en el que además de descansar la tierra, se condonarán las deudas, restituirán las tierras a sus propietarios originales y se liberará a los esclavos. Ningún israelita podría vender su tierra a perpetuidad ya que la tierra en realidad le pertenece a Jehová.
El capítulo 26 expone las bendiciones y maldiciones que caerían sobre los israelitas según obedecieran o desobedecieran los mandamientos de Dios. Si guardaban los mandamientos de Dios, Él les daría paz en la tierra y los haría fructificar. Si desobedecían Dios les enviaría calamidades y los dispersaría, pero no romperá su pacto desechándolos o destruyéndolos por completo
El capítulo 27 describe las leyes relacionadas con los votos y las dedicaciones, incluida la redención de votos y el valor de las personas y los animales dedicados a Dios. Dios no ordenó a los israelitas que hicieran votos o le prometieran algo (excepto en casos muy especiales como el de Sansón al cual Dios consagró como nazareo desde su nacimiento). Sin embargo, esperaba que si hacían un voto o una promesa cumplieran. Un voto a Dios colocaba a la persona que lo hacía en una relación especial con Dios con unas obligaciones particulares aparte de las obligaciones de la Ley. Finalmente, Dios establece que el diezmo de la tierra, de la simiente de la tierra, del fruto de los árboles y de los animales le pertenece.