Llegada, Muerte y Triunfo del Mesías Prometido
El Nuevo Testamento es una colección de 27 libros, que forma la segunda parte del canon bíblico cristiano. A través de narraciones, cartas y escritos proféticos cuenta la historia de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, la expansión temprana de la fe cristiana comenzando por Jerusalén, y las enseñanzas cristianas sobre la fe y la moral. Finalmente, el Apocalipsis, el último libro del Nuevo Testamento y de la Biblia, presenta el triunfo de Cristo y el establecimiento de su reino, culminando la historia de la redención de la humanidad y toda la creación que inició en el libro de Génesis.
El Nuevo Testamento da comienzo con los Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos libros constituyen el núcleo del Nuevo Testamento y presentan la vida, enseñanzas, muerte y resurrección de Jesucristo.
Los Evangelios
El término “evangelio” proviene del latín “evangelium”, que a su vez deriva del griego “euangelion. En el idioma griego esta palabra está compuesta por dos partes: “eu”, que significa “bien”, y “angelion”, que significa “mensaje” de modo que “evangelio” significa literalmente “buena noticia” o “mensaje feliz”. Es un nombre apropiado, ya que los Evangelios narran la buena noticia de la venida de Jesucristo, su obra salvadora y su oferta de vida eterna. Cada Evangelio presenta una perspectiva única de la vida de Jesús, ofreciéndonos una imagen completa de quién es Jesús y de lo que ha hecho. Los cuatro Evangelios se complementan entre sí, añadiendo profundidad y riqueza a nuestra comprensión de Jesús. Aunque por costumbre se habla de cuatro evangelios el mensaje de salvación que presentan es uno solo por lo que es más correcto decir que hay un solo evangelio presentado por cuatro autores cada uno de los cuales lo presenta enfatizando ciertos aspectos particulares y utilizando su estilo propio.
El Evangelio según Mateo
Mateo escribió su Evangelio principalmente para un público judío. Su Evangelio presenta muchas pruebas de que Jesús es el Mesías prometido y del cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento a la nación judía. Mateo hace hincapié en las enseñanzas de Jesús y cómo en Jesús se cumplen las profecías del Antiguo Testamento acerca del mesías.
El Evangelio de Mateo es único en su estructura y contenido. Comienza con la genealogía de Jesús, remontando su linaje hasta el rey David y Abraham, el padre de la nación judía. Esta genealogía establece inmediatamente las credenciales judías de Jesús y su legítima pretensión de ser el Mesías.
El Evangelio de Mateo es también el único que incluye el Sermón del Monte, posiblemente la más famosa de las enseñanzas de Jesús. Este sermón resume las enseñanzas morales y éticas de Jesús y es esencial para comprender su mensaje.
El Evangelio según Mateo presenta varios temas clave. Uno es el “Reino de los Cielos”, término utilizado exclusivamente por Mateo. El Reino de los Cielos se refiere al gobierno de Dios, describiendo el lugar de la autoridad de Dios, establecida a través de Jesucristo, y la derrota del mal. Por lo general se ve como equivalente al término Reino de Dios usado en los Evangelios de Marcos y Lucas. Se argumenta que Mateo utiliza Reino de los cielos en lugar de Reino de Dios para evitar herir la sensibilidad de los judíos a los cuales iba dirigido principalmente su libro. sin embargo, esto se ha cuestionado ya que en algunas ocasiones Mateo también usa el término Reino de Dios y el término theos que significa Dios.
Como ya hemos visto, un tema destacado del Evangelio de Mateo es el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento. Mateo destaca repetidamente cómo la vida y las acciones de Jesús cumplen las predicciones del Antiguo Testamento, reforzando así la identidad de Jesús como Mesías.
Otro tema importante es el discipulado. Mateo enfatiza el costo de seguir a Jesús, presentándolo como una travesía que requiere sacrificio, obediencia y compromiso.
El Evangelio según Marcos
El Evangelio de Marcos, por su parte, se centra en los hechos y milagros de Jesús, mostrando su autoridad sobre la naturaleza, la enfermedad y las fuerzas del mal. El Evangelio de Marcos es el más corto de los cuatro Evangelios y probablemente el más antiguo. Se caracteriza por una narración ágil, que pasa rápidamente de un acontecimiento a otro. Marcos presenta a Jesús como un hombre de acción, que demuestra su autoridad mediante milagros y la expulsión de demonios.
A diferencia de Mateo, Marcos no comienza con una genealogía o relato del nacimiento. En su lugar, comienza con Juan el Bautista, el predecesor de Jesús. Continúa rápidamente con el bautismo de Jesús, el descenso del Espíritu Santo y una voz del cielo que lo afirma como “el Hijo de Dios”. El Evangelio de Marcos hace hincapié en las acciones de Jesús más que en sus enseñanzas, destacando su ministerio compasivo de curación y liberación.
Uno de los temas clave del Evangelio de Marcos es el “secreto mesiánico”. A lo largo de Marcos, Jesús da a menudo instrucciones a quienes ha curado para que no se lo cuenten a nadie. Este secreto insinúa la naturaleza del mesianismo de Jesús: no se trata de poder político, sino de servicio y sacrificio.
Otro tema de Marcos es la incomprensión y el fracaso de los discípulos. A menudo malinterpretaron las enseñanzas de Jesús y no reconocieron su verdadera identidad. Este tema subraya el costo del discipulado y el poder transformador de la resurrección de Jesús.
El tercer tema significativo del Evangelio de Marcos es el sufrimiento de Jesús. Marcos ofrece un relato gráfico de la pasión de Jesús, haciendo hincapié en su sufrimiento y rechazo.
El Evangelio según Lucas
Es el más largo de los cuatro Evangelios. Escrito por un médico gentil, es decir, no judío, para un público gentil, se caracteriza por su relato detallado y ordenado. Lucas subraya la compasión de Jesús, su preocupación por los marginados, y su oferta de salvación a todas las personas.
El Evangelio de Lucas comienza con los relatos entrelazados del nacimiento de Juan el Bautista y el de Jesús, resaltando así la conexión profética entre ambos. A diferencia de los demás Evangelios, Lucas incluye varios cantos de alabanza, que reflejan el carácter gozoso de la llegada de Jesús.
El Evangelio de Lucas también contiene algunas parábolas o relatos de Jesús que no encontramos en los otros evangelios. dos de estas son la del Buen Samaritano y la del Hijo Pródigo. Éstas revelan el carácter misericordioso de Dios y su reino inclusivo.
Un tema clave del Evangelio de Lucas es la oferta universal de salvación. Lucas subraya que el mensaje de Jesús y la salvación son para todas las personas, independientemente de su condición social o étnica.
Otro tema que Lucas destaca es el del papel del Espíritu Santo desde comienzos del ministerio de Jesús (Lucas 4:1). Es por el poder del Espíritu que Jesús expulsa demonios y hace milagros (Lucas 11:20). Lucas presenta al Espíritu Santo como la fuente del poder y la autoridad de Jesús. El Espíritu desciende sobre Jesús en su bautismo, ungiéndole para el ministerio (Lucas 3:22). Jesús promete a sus discípulos que el Espíritu Santo les dará las palabras para dar testimonio de él (Lucas 12:12). El Espíritu es también el que capacitará a los discípulos para llevar a cabo la misión de Jesús tras su ascensión (Ver Lucas 24:49 y Hechos 1:8 así como su cumplimiento en Hechos cap. 2)..
Otro tema importante del Evangelio de Lucas es la oración. Lucas ofrece varios ejemplos de la vida de oración de Jesús, subrayando la importancia de la oración en la vida de un discípulo.
El Evangelio según Juan
Juan presenta una perspectiva única sobre Jesús como el Verbo divino. Este evangelio está centrado en los orígenes celestiales de Jesús y su íntima relación con Dios Padre. El Evangelio según Juan se caracteriza por su profundidad teológica, el lenguaje simbólico y su énfasis en las señales y discursos de Jesús. A diferencia de los otros Evangelios, Juan incluye largos discursos de Jesús, que aportan profundas ideas sobre su identidad y su misión.
El Evangelio de Juan comienza con un profundo prólogo, en el que se presenta a Jesús como el Verbo divino que se hizo carne.
Uno de los rasgos singulares del Evangelio de Juan son las afirmaciones “Yo soy” de Jesús. Estas afirmaciones revelan la identidad divina de Jesús y su papel en el plan de salvación de Dios.
El Evangelio según Juan presenta varios temas clave. Un tema predominante es la “vida”. Juan presenta a Jesús como la fuente de la vida eterna, que ofrece esta vida a todos los que creen en él.
Otro tema del Evangelio de Juan es “la luz y las tinieblas”. Jesús es presentado como la luz del mundo, que vence las tinieblas del pecado y de la muerte.
El tercer tema principal del Evangelio de Juan es “creer”. Juan enfatiza la importancia de creer en Jesús para obtener la vida eterna.
Libro de los Hechos
El libro de los Hechos, escrito por Lucas es una continuación de su Evangelio. También funciona como puente entre los Evangelios y las Epístolas. En hechos se narra el nacimiento y crecimiento de la Iglesia cristiana primitiva después de la ascensión de Jesús.
En el capítulo de los Hechos, asistimos al descenso del Espíritu Santo sobre los discípulos de Jesús en el día de la fiesta judía de Pentecostés. Este es el acontecimiento que marca el nacimiento de la Iglesia. A lo largo del libro, Lucas subraya el papel vital del Espíritu Santo en la difusión del Evangelio.
En los Hechos seguimos a los apóstoles, especialmente a Pedro y Pablo, mientras llevan el Evangelio por diversas partes del Imperio Romano. todo esto a pesar de las duras persecuciones. También vemos la inclusión de gentiles (no judíos) en la Iglesia, lo que refleja el alcance universal del Evangelio.
Las Epístolas de Pablo
Son trece cartas escritas por el apóstol Pablo a diversas iglesias y personas de los primeros cristianos. Estas Epístolas tratan varios temas clave que son fundamentales para la teología cristiana. Entre ellos se encuentran los conceptos de fe, gracia y justificación. Pablo insiste una y otra vez en que la salvación es por la fe en Jesucristo, no por las obras ni por la observancia de la ley mosaica. Otro tema destacado en las epístolas de Pablo es la Iglesia como cuerpo de Cristo. Las cartas de Pablo también ponen énfasis en las implicaciones éticas de la fe. Toman el ejemplo de Cristo como modelo de la vida cristiana y hacen hincapié en la abnegación y el servicio a los demás.
Romanos
Pablo escribió esta epístola a la iglesia de Roma, probablemente desde Corinto, hacia 57-58 d.C. Romanos es una presentación sistemática del evangelio de Pablo. Muchos la consideran la pieza central teológica del Nuevo Testamento, ya que ofrece una presentación exhaustiva del Evangelio. Profundiza en temas como el pecado, la salvación, la gracia y la justicia de Dios.
En Romanos, Pablo expone la condición humana universal del pecado y la necesidad de salvación. A continuación, desvela la solución: La justicia de Dios revelada a través de la muerte y resurrección de Jesucristo. Esta justicia, argumenta Pablo, se recibe sólo por la fe, al margen de las obras de la ley.
Otro tema clave en Romanos es la relación entre judíos y gentiles. Pablo afirma que el Evangelio es para todos, independientemente de su origen étnico o religioso. También habla de los planes futuros de Dios para Israel, reafirmando la fidelidad de Dios a las promesas de su pacto.
Las Epístolas a los Corintios – ofrecen una visión amplia de los retos a los que se enfrentaba la Iglesia primitiva de Corinto, una ciudad cosmopolita conocida por su diversidad cultural y su laxitud moral. Los corintios se enfrentaban a problemas como la inmoralidad sexual, la división y la falta de entendimiento acerca de los dones espirituales. Las cartas que Pablo les dirigió ofrecen orientaciones prácticas y reflexiones teológicas que siguen siendo relevantes hoy en día.
1 Corintios
En esta primera carta a los Corintios, escrita desde Éfeso hacia 53-54 d.C., Pablo aborda problemas éticos y prácticos a los que se enfrentaba la iglesia de Corinto. Entre estos problemas destaca la división dentro de la Iglesia. Pablo insta a los corintios a mantener la unidad y evitar las disputas. También da instrucciones sobre el culto, incluyendo directrices sobre el uso de los dones espirituales y la correcta celebración de la Cena del Señor.
2 Corintios
En esta segunda carta, escrita desde Macedonia hacia 55-56 d.C. Pablo defiende su autoridad apostólica y responde a las acusaciones de sus detractores. También aborda el concepto del sufrimiento cristiano, destacando la forma en que este puede dar lugar a un crecimiento espiritual y a una mayor confianza en Dios.
Epístola a los Gálatas
Pablo escribió probablemente esta epístola desde Éfeso hacia los años 49-50 d.C. Los destinatarios parecen ser cristianos gentiles de la parte meridional de la provincia romana de Galacia, en Asia Menor. Existe también otra opinión según la cual la epístola fue escrita hacia el 55 d.C. a un grupo étnico que vivía en la región septentrional. Gálatas es una apasionada defensa del evangelio de la gracia. Pablo había plantado las iglesias en la región del sur en su primer viaje misionero, pero ahora estaban siendo influenciadas por un grupo conocido como los judaizantes. Este grupo enseñaba que, para ser salvos, los conversos gentiles tenían que seguir la ley mosaica y las costumbres judías como la circuncisión. Pablo rebate esta falsa enseñanza reafirmando la doctrina de la justificación sólo por la fe. Pablo afirma que la salvación es sólo por gracia, mediante la fe en Cristo sin ninguna obra. Por lo tanto, es imposible ganar la salvación a través de la obediencia a la ley. De hecho, tratar de ganar la salvación siguiendo la ley sólo conduce a la maldición y la esclavitud.
Gálatas incluye también una hermosa exposición de los frutos del Espíritu: amor, alegría, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Estas virtudes, según Pablo, son la prueba de una vida transformada por el Espíritu de Dios.
La Epístola a los Efesios
Fue escrita probablemente hacia los años 60-62 d.C. y dirigida a la iglesia de Éfeso, compuesta principalmente por cristianos gentiles. Efesios ofrece una visión profunda de la naturaleza de la Iglesia y de la vida cristiana. La epístola pinta un cuadro majestuoso de la Iglesia como cuerpo de Cristo y “la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. Destaca la unidad y la diversidad dentro de la Iglesia, ilustrando cómo creyentes de distintos orígenes se reúnen en Cristo.
Los tres primeros capítulos se centran en la posición del creyente en Cristo, mientras que los capítulos 4-6 ofrecen instrucciones prácticas para la vida cristiana que abarcan diversos aspectos de la vida, como la ética personal, las relaciones en el matrimonio y la guerra espiritual. El famoso pasaje de la “Armadura de Dios” (Efesios 6:10-18) es un poderoso recordatorio de los recursos espirituales del creyente en la batalla contra las fuerzas del mal.
Epístola a los Filipenses
Escrita desde la cárcel, probablemente en Roma hacia los años 61-62 d.C. La Epístola a los Filipenses se conoce a menudo como la “epístola de la alegría” por su tema recurrente de la alegría en el Señor. A pesar de haber sido escrita desde la cárcel, Pablo irradia un espíritu de alegría y satisfacción que trasciende sus circunstancias.
Filipenses subraya la importancia de la unidad y la humildad entre los creyentes. Pablo anima a los filipenses a adoptar la mentalidad de Cristo, que se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte en cruz. Esta llamada a la humildad y al servicio es un poderoso desafío a la mentalidad egocéntrica que a menudo prevalece en nuestra sociedad.
La carta también contiene uno de los pasajes cristológicos más profundos del Nuevo Testamento (Filipenses 2:5-11), que explora el misterio de la encarnación, muerte y exaltación de Cristo.
Epístola a los Colosenses
Escrita hacia el 60-62 d.C. Anima a la iglesia colosense a rechazar las enseñanzas heréticas probablemente relacionadas con alguna forma de misticismo judío que amenazaba a esta iglesia. Se presenta a Cristo como supremo sobre toda la creación. Pablo afirma que toda la plenitud de Dios habita en Cristo. Esto significa que los creyentes están completos en Cristo. No necesitan experiencias místicas extrañas ni prácticas ascéticas. Por el contrario, debemos centrarnos en la preeminencia y suficiencia de Cristo.
Pablo también da instrucciones prácticas para la vida cristiana, haciendo hincapié en virtudes como el perdón, el amor y el agradecimiento. Anima a los colosenses a poner la mente en las cosas de arriba, no en las terrenales, reflejando el poder transformador del Evangelio.
Epístolas a los Tesalonicenses
Las Epístolas a los Tesalonicenses se encuentran entre las primeras cartas de Pablo. En estas cartas, Pablo elogia a los tesalonicenses por su fe, amor y esperanza frente a la persecución. También aborda cuestiones relativas a la segunda venida de Cristo, proporcionando consuelo y aliento a quienes estaban ansiosos por este acontecimiento. Uno de los temas clave de las epístolas a los Tesalonicenses es la llamada a una vida santa en vista del regreso de Cristo. Pablo exhorta a los tesalonicenses a vivir de una manera agradable a Dios, instándoles a permanecer vigilantes y a llevar una vida tranquila, trabajando con sus manos.
1 Tesalonicenses
Es una de las primeras epístolas paulinas, escrita hacia el año 51 d.C. desde Corinto. Proporciona a la iglesia de Tesalónica que él había fundado orientación sobre la vida santa y el regreso de Cristo. Pablo los elogia por su fidelidad al Señor y los anima a continuar en la fe, la esperanza y el amor. Hace hincapié en el regreso de Jesucristo y les asegura la resurrección de los creyentes. La carta también refuta las acusaciones calumniosas contra Pablo.
2 Tesalonicenses
Escrita también desde Corinto, hacia 51-52 d.C. Corrige malentendidos sobre escatología y trata de la ociosidad. Parece que había surgido cierta confusión sobre el momento del regreso de Cristo, causando alarma y ociosidad entre la gente. Pablo escribe para asegurarles que el día del Señor aún no ha llegado, y les insta a no dejarse engañar por falsos informes, profecías o cartas que afirmen lo contrario.
Pablo les recuerda sus enseñanzas anteriores: la venida del Señor será precedida por la apostasía y la revelación del hombre de pecado. Esto todavía no ha ocurrido. Por tanto, los tesalonicenses no deben perder la esperanza, sino seguir firmes en la fe y el amor.
Las Epístolas Pastorales
Son tres cartas escritas por el apóstol Pablo hacia el final de su ministerio. Dos de ellas fueron dirigidas a Timoteo y la otra a Tito, que eran líderes con la supervisión pastoral de las iglesias. Estas epístolas tratan temas de la vida cristiana, la doctrina, las falsas enseñanzas y el liderazgo. Se denominan “pastorales” precisamente porque orientan sobre cuestiones de liderazgo y vida eclesiástica.
Estas cartas también contienen exhortaciones personales a Timoteo y Tito. Pablo los anima a perseverar en su ministerio, a guardar la verdad y a confiar en la gracia y la fuerza de Dios en su servicio.
1 Timoteo
Se centra en la doctrina y el comportamiento correctos en la Iglesia. Los temas clave incluyen la importancia de la sana doctrina, las funciones de los hombres y las mujeres, los requisitos para los líderes de la iglesia, las advertencias contra los falsos maestros, las instrucciones sobre el culto y la importancia de vivir piadosamente.
2 Timoteo
Contiene las exhortaciones e instrucciones personales de Pablo a Timoteo, su “hijo amado en la fe”. Pablo se acercaba al final de su vida y sabía que pronto sería martirizado, por lo que hay un sentido de urgencia en esta carta. Insta a Timoteo a mantenerse firme en lo que le enseñaron, a guardar la verdad y a seguir predicando el Evangelio con valentía.
Tito
Tito fue uno de los conversos de Pablo que se convirtió en colaborador en la difusión del evangelio. Tito había sido dejado en la isla de Creta para organizar las iglesias allí y nombrar ancianos. En esta breve carta, Pablo da a Tito consejos prácticos para dirigir las iglesias de Creta. Le indica que debe nombrar ancianos de buen carácter, que amen lo que es bueno y que puedan animar a otros en la sana doctrina y reprender a los que enseñan falsas doctrinas.
Pablo también escribe sobre la conducta cristiana adecuada, haciendo hincapié en las buenas obras, la integridad, el autocontrol y la doctrina pura. Aconseja a Tito que enseñe a los creyentes a llevar una vida pacífica y productiva mientras esperan el regreso de Cristo.
La carta también advierte contra los falsos maestros, a los que hay que hacer callar. Pablo subraya la importancia de enseñar la sana doctrina para preparar a los creyentes para las buenas obras. Recuerda a Tito que la salvación es por la misericordia y la gracia de Dios, no por obras humanas.
Filemón
Es una breve carta privada escrita desde la cárcel hacia los años 60-62 d.C. En ella, Pablo pide a Filemón, un rico cristiano de Colosas, que acoja a su esclavo fugitivo Onésimo, que se había convertido a Cristo. Pablo expresa su afecto por Onésimo y pide a Filemón que lo reciba como lo haría con él. Suplica a Filemón que perdone a Onésimo y lo acepte no sólo como siervo, sino también como hermano en Cristo.
Las Epístolas Generales
Las Epístolas Generales, también conocidas como Epístolas Católicas, son ocho cartas escritas por diversos autores a la comunidad cristiana en general. Incluyen Hebreos y las cartas de Santiago, Pedro, Juan y Judas.
Hebreos
La Carta a los Hebreos fue escrita probablemente entre los años 60-95 d.C. a un grupo de cristianos judíos. No se ha identificado al autor y se ha atribuido a Pablo, Lucas u otro estrecho colaborador de Pablo. El tema central de Hebreos es la supremacía y suficiencia absolutas de Jesucristo como revelador y mediador de la gracia de Dios. Se muestra que Jesús es mayor que los ángeles, los profetas del Antiguo Testamento, Moisés y el sacerdocio levítico. El autor advierte contra la inmadurez espiritual y anima a los lectores a perseverar en la fe, la esperanza y el amor. Hebreo subraya la importancia del sacrificio único de Cristo, que trae el perdón y abre el camino hacia Dios.
Hebreos compara el antiguo pacto de la ley con el nuevo pacto en Cristo, argumentando a favor de la superioridad del nuevo. Un tema pastoral importante es Cristo como nuestro sumo sacerdote. Él intercede, empatiza con las luchas y proporciona misericordia y gracia para ayudar a los fieles. Hebreos subraya también la importancia de la fe en la vida de los creyentes, poniendo como ejemplo a los héroes de la fe del Antiguo Testamento.
Santiago
Esta epístola se atribuye tradicionalmente a Santiago, hermano de Jesús y también conocido como Santiago el Justo, cuyo martirio en el año 62 d.C. recoge el historiador judío Josefo. Santiago escribió esta epístola probablemente entre los años 45 y 48 d.C., lo que podría convertirla en el primer libro del Nuevo Testamento. (John F. Walvoord; Roy B. Zuck (eds.). The Bible Knowledge Commentary, 1983 Cook Communications Ministries)
Santiago anima a los creyentes a vivir coherentemente con lo que han aprendido en Cristo. El libro trata de la vida cristiana práctica que refleja una fe genuina que transforma vidas.
1 Pedro
Pedro escribió esta epístola entre los años 60 y 65 d.C. probablemente a los creyentes de Asia Menor. El tema principal de esta carta es la persecución sufrida por los fieles cristianos. Pedro anima a los cristianos que sufren y los llama a la santidad personal, a rechazar el pecado y a crecer en el conocimiento de Dios. Pedro enseña que todos los cristianos deben esperar el sufrimiento, la persecución e incluso la muerte. Pero incluso ante esto, los cristianos, como pueblo de Dios, deben seguir la santidad. En esta epístola, Pedro también habla de las relaciones entre maridos y mujeres, del liderazgo de la Iglesia y de la importancia del amor.
2 Pedro
La Segunda Epístola de Pedro fue escrita probablemente poco antes de la muerte de Pedro, alrededor del 65-68 d.C. En esta carta, Pedro vuelve a animar a los creyentes a crecer en piedad y a resistirse a las falsas enseñanzas. Advierte contra los falsos maestros que distorsionan la verdad y llevan a otros por mal camino. Pedro llama a los cristianos a seguir creciendo en la gracia y el conocimiento de Cristo y a estar en guardia contra los errores doctrinales y las filosofías engañosas. Recuerda a los creyentes que Cristo volverá para juzgar a vivos y muertos, y los anima a vivir santamente mientras esperan el regreso de Cristo. La carta hace hincapié en la perseverancia en la fe durante los tiempos difíciles mientras se espera la segunda venida de Jesús.
1 Juan
Juan escribió su Primera Epístola para asegurar a los creyentes en las enseñanzas de Cristo y refutar las falsas enseñanzas. Esta epístola critica duramente lo que parece ser una forma primitiva de gnosticismo, una forma popular de filosofía grecorromana que con el tiempo impregnó el mundo del pensamiento del imperio romano. El gnosticismo sostenía que la materia era esencialmente mala y el espíritu esencialmente bueno. Tal dualismo llevó a algunos a la creencia errónea de que no hay necesidad de obedecer la Ley de Dios porque lo que uno hace con el cuerpo, que es sólo materia, no es importante.
2 Juan
Con sólo 13 versículos, éste es el libro más corto del Nuevo Testamento. Se dirige a “la señora elegida y a sus hijos”. Algunos interpretan esto como una mujer cristiana individual y otros como una iglesia local y sus miembros. En esta epístola, Juan advierte del peligro de acoger o apoyar a falsos maestros y hace hincapié en el cumplimiento de los mandamientos de Cristo, especialmente los relativos al amor dentro de la comunidad de creyentes.
3 Juan
La tercera epístola de Juan es una carta personal a un cristiano llamado Gayo. Juan lo elogia por su hospitalidad. También advierte contra Diótrefes, un hombre que había causado división en la iglesia. Juan exhorta a Gayo a imitar el bien y rechazar el mal. Por otra parte, alaba a Demetrio otro cristiano que ha recibido buen testimonio de todos.
Judas
La Epístola de Judas es una breve carta cerca del final del Nuevo Testamento atribuida a Judas, otro de los hermanos de Jesús. Esta epístola fue escrita muy probablemente entre los años 60 y 80 d.C. ( Towns, Elmer L.; Ben Gutiérrez. La esencia del Nuevo Testamento (Kindle Location 6676), 2012, B&H Publishing Group. Kindle Edition). El propósito de la carta es advertir a los cristianos contra los falsos maestros que se han infiltrado secretamente en la iglesia e instar a los creyentes a contender por la fe que una vez fue entregada a los santos.
Judas describe a los falsos maestros como hombres impíos que pervierten la gracia de Dios en sensualidad y niegan a Cristo.
La mayor parte de la carta es una denuncia de la vida inmoral y el engaño de los falsos maestros. Judas los compara con Caín, Balaam, Coré, los ángeles caídos y los habitantes sexualmente inmorales de Sodoma y Gomorra, todos los cuales rechazaron la autoridad y se entregaron al pecado. Advierte que, como ellos, los falsos maestros se enfrentan al juicio divino.
Judas pide a los creyentes que recuerden las palabras de los apóstoles que predijeron que surgirían burladores. Les exhorta a permanecer en el amor de Dios, orar en el Espíritu, mantenerse en el amor de Dios y esperar pacientemente la vida eterna mientras muestran misericordia a los demás. La epístola termina con una gloriosa doxología alabando a Dios.
Apocalipsis
El Nuevo Testamento cierra con el libro del Apocalipsis. El apóstol Juan, el último superviviente de los doce discípulos de Jesús, escribió este libro hacia el año 95 d.C. mientras estaba exiliado en una pequeña isla conocida como Patmos, en el mar Egeo. Con imágenes vívidas y simbolismo, el Apocalipsis describe la victoria final de Cristo y su segunda venida.
Tras la introducción en la que Juan ve a Jesús resucitado, el libro sigue en los capítulos 2 y 3 con las Cartas a siete iglesias de Asia Menor. En estas cartas, Jesús las elogia por sus puntos fuertes y corrige sus puntos débiles.
En los capítulos 4-5 Dios Juan tiene una visión del trono de Dios en el cielo y del Cordero (Cristo) que es el único digno de abrir el rollo sellado con siete sellos.
Los capítulos 6 a 16 presentan una serie de juicios de Dios descritos como los juicios de los Sellos, las Trompetas y las Copas. Estos se desatan sobre la tierra para castigar el mal, pero también sirven para llamar a la gente al arrepentimiento. En estos capítulos también vemos el surgimiento de dos bestias que representan al Anticristo y al falso profeta.
Los capítulos 17 a 20 presentan la caída del malvado imperio religioso y comercial de Babilonia, el regreso victorioso de Cristo para destruir al anticristo y sus fuerzas, y finalmente el capítulo 20 presenta el reino milenario de Cristo. Satanás es primero atado y después de rebelarse una última vez al final del milenio es arrojado al lago de fuego donde será eternamente castigado. Finalmente, se nos presenta el Juicio del Gran Trono Blanco al final de la historia humana.
En los capítulos 21-22 tenemos el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra, una creación nueva y perfecta sin maldad, sufrimiento ni muerte. El pueblo de Dios habitará con Él para siempre.