El Evangelio según Marcos es el segundo libro de nuestro Nuevo Testamento, pero muchos creen que es el más antiguo de los cuatro evangelios. A pesar de ser más breve que los demás evangelios, su profunda influencia en el desarrollo del pensamiento y la práctica cristiana es innegable.
Autor y Fecha del Evangelio de Marcos
El autor y la fecha exacta de su redacción han sido objeto de debate entre los eruditos.
El Evangelio de Marcos no identifica explícitamente a su autor. Sin embargo, la tradición cristiana primitiva lo atribuye casi unánimemente a Juan Marcos, asociado del apóstol Pablo y compañero de ministerio de Pedro. Papías, obispo de Hierápolis, uno de los primeros padres de la Iglesia quien conoció al apóstol Juan, es a menudo citado como el primero en hacer esta conexión. Otros padres de la Iglesia, como Justino Mártir, Tertuliano, Ireneo y Orígenes, también confirman a Marcos como el autor de este Evangelio.
La mayoría de los eruditos coinciden en que el Evangelio de Marcos es el más antiguo de los cuatro Evangelios, y que probablemente fue escrito en Roma durante la década anterior a la destrucción de Jerusalén acaecida en el año 70 d.C. (https://www.britannica.com/topic/Gospel-According-to-Mark). Sin embargo, algunas fuentes sugieren que podría haberse escrito antes, a mediados o finales de los años 50 d.C. (https://www.esv.org/resources/esv-global-study-bible/introduction-to-mark/).
Aunque este Evangelio, como los demás, está dirigido en última instancia a todo el mundo, los destinatarios iniciales parecen haber sido un público gentil (no judío), probablemente en Roma. Por este motivo, Marcos se detiene varias veces (por ejemplo, en Marcos 7:2-4; 15:42) a explicar las costumbres judías relacionadas con lo que está relatando. Se trata de costumbres que seguramente no serían conocidas por el público no judío. De este modo, Marcos facilitó que su audiencia gentil comprendiera que la venida de Jesús era la culminación del plan de Dios que había sido puesto en marcha desde las promesas a Abraham y al pueblo judío que descendería de él.
Características principales del Evangelio de Marcos
El Evangelio según Marcos se caracteriza por su ritmo rápido y su énfasis en las acciones de Jesús más que en Sus enseñanzas. También emplea un estilo narrativo dramático, se centra en la humanidad de Jesús y explora los temas del discipulado, el Reino de Dios y el Mesías sufriente.
La narración de Marcos abunda en emociones intensas y encuentros dramáticos. Jesús entra a menudo en conflicto directo con fuerzas demoníacas, las autoridades religiosas e incluso con sus propios discípulos. Este estilo dramático subraya la profunda lucha espiritual en el centro de la misión de Jesús y destaca el marcado contraste entre el reino de Dios y los poderes que gobiernan este mundo.
El Evangelio de Marcos es único en su uso de una técnica literaria conocida como intercalación, o técnica del “emparedado”. Con frecuencia, Marcos comienza una historia, la interrumpe con otra y luego vuelve a la historia original. Esta técnica permite a Marcos recrear un clima de tensión y desarrollar algunos temas e ideas con mayor profundidad.
El Evangelio de Marcos se orienta hacia la acción, y a menudo describe a Jesús como un hombre de acción que realiza poderosas acciones y se enfrenta a los poderes del mal. Este énfasis en la acción ayuda a destacar la naturaleza dinámica del ministerio de Jesús y el poder transformador de sus actuaciones.
El estilo dramático y descriptivo de Marcos es consistente con una fuente que fue testigo ocular, como lo fue el apóstol Pedro, y sirve para dar vida a la narración.
El Evangelio de Marcos retrata a Jesús no sólo como Dios, sino también como plenamente humano. Este énfasis en la humanidad de Jesús hace que su sufrimiento y muerte sean aún más conmovedores y comprensibles, y subraya el profundo misterio de la Encarnación.
Temas Principales del Evangelio de Marcos
Los temas del discipulado, el Reino de Dios y el Mesías sufriente distinguen al Evangelio de Marcos. Mediante dichos temas, Marcos explora las exigencias y los retos del discipulado, el misterio y la promesa del Reino de Dios, y el poder transformador del sufrimiento y el sacrificio.
El Evangelio de Marcos retrata el discipulado como un largo caminar lleno de pruebas y desafíos. Requiere el compromiso de seguir a Jesús, confiando y aprendiendo de él. El discípulo debe servir a los demás, abandonar el egoísmo y obedecer a Jesús. La fidelidad que Jesús demostró hacia Su misión es el modelo que debemos seguir todos Sus discípulos.
El tema del discipulado en Marcos está vinculado a llevar la cruz -asumir la cruz y seguir a Jesús-. La perspectiva teológica de Marcos, intentaré demostrarlo, cuestiona una teología del éxito y proclama que la vida del discipulado se vive con la realidad de la cruz. Marvin Meyer. Taking Up the Cross and Following Jesus: Discipleship in the Gospel of Mark.. https://www.calvin.edu/library/database/crcpi/fulltext/ctj/88087.pdf.
El Reino de Dios, tema central, se describe como una realidad presente, que irrumpe en medio de las tinieblas de este mundo. Se trata de un mensaje que habría resonado entre los cristianos que vivían bajo la opresión del imperio romano.
Marcos destaca a Jesús como el siervo sufriente. Él no vino para liberar a Su pueblo de la opresión romana. Antes de conseguir esa liberación y establecer el Reino, era necesario que se arrepintieran de sus pecados. La opresión del pecado y sus consecuencias finales son mucho peores que la opresión del Imperio romano o de cualquier otro. Jesús vino a ofrecer la única salida a esta opresión y a sus consecuencias eternas. Esto lo lograría al morir como sacrificio expiatorio por el pecado.
Resumen del Evangelio de Marcos
1. Comienzos del ministerio de Jesús en Galilea
El Evangelio de Marcos comienza con el bautismo de Jesús y rápidamente pasa a su primer ministerio en Galilea. Este ministerio, caracterizado por la predicación, las sanidades y los exorcismos, establece la autoridad y la identidad divina de Jesús. El estilo narrativo acelerado del autor, que con frecuencia utiliza el término griego eutheos (inmediatamente, en seguida), realza la sensación de urgencia e importancia que rodea a la misión de Jesús.
Los milagros de Jesús, en particular los de sanación y expulsión de demonios, tienen una doble finalidad. Dan fe de su autoridad divina, desafiando a las autoridades religiosas existentes, e ilustran su compasión y preocupación por los marginados. Sin embargo, estos milagros también suscitan oposición, preparando el escenario para la escalada de conflictos que se desarrolla en la última parte del Evangelio.
2. Ministerio posterior de Jesús en Galilea
A medida que nos adentramos en el último ministerio galileo de Jesús, la narración experimenta un cambio notable. La oposición se intensifica y las enseñanzas de Jesús se enfocan más en su inminente sufrimiento y muerte. Las parábolas se convierten en un elemento destacado de sus enseñanzas, que revelan los misterios del Reino de Dios a quienes están dispuestos a escuchar, al tiempo que confunden a quienes se oponen a él.
El acontecimiento de la Transfiguración (Marcos 9:2-13), es un momento crucial en esta fase, que reafirma aún más la identidad divina de Jesús, y anticipa su muerte y resurrección. No obstante, la incomprensión y el miedo de los discípulos ponen de relieve el reto del verdadero discipulado, un tema que sigue resonando en la narración.
3. Jesús se retira de Galilea
La narración alcanza una transición crucial cuando Jesús se aparta de Galilea, llevando a sus discípulos de viaje hacia Jerusalén. Este viaje marca un punto de transición en el Evangelio, desplazando el centro de atención pasando de su ministerio galileo a su pasión. El camino a Jerusalén está repleto de enseñanzas sobre el discipulado, que hacen hincapié en la abnegación, el servicio y el amor sacrificado.
La curación del ciego Bartimeo (Marcos 10:46-52) resume la esencia de esta transición. Bartimeo, a diferencia de muchos israelitas, incluyendo líderes religiosos que estaban espiritualmente ciegos ante la misión de Jesús, reconoció a Jesús como el Mesías y le siguió por el camino. Esta narración invita sutilmente al lector a emular la fe y la comprensión de Bartimeo.
4. El viaje de Jesús a Jerusalén
El viaje de Jesús a Jerusalén marca el principio del fin de la narración de Marcos. Su entrada en la ciudad (Marcos 11:1-11), donde es aclamado como el Mesías, pone en marcha los acontecimientos que conducen a su crucifixión. La purificación del Templo (Marcos 11:15-18), acto en el que Jesús echó fuera a los cambistas y mercaderes, que habían convertido el templo, que debía ser una casa de oración, en una “cueva de ladrones” y los consiguientes debates con las autoridades religiosas ponen de relieve el desafío de Jesús al statu quo religioso.
Sus enseñanzas en Jerusalén, a menudo veladas en parábolas, revelan la inminente destrucción del Templo y la llegada del Reino de Dios. Estas predicciones apocalípticas, aunque reflejan la agitación del público de Marcos, también ofrecen un mensaje de esperanza y perseverancia ante la adversidad.
Una de las más contundentes parábolas contra los líderes judíos es la de los labradores (Marcos 14:12-21). Aquí Jesús habla de un terrateniente que invirtió tiempo y trabajo preparando un viñedo, sólo para confiárselo a unos arrendatarios. Cuando el dueño les envía a sus siervos para reclamar la parte que le corresponde, los arrendatarios les maltratan e incluso les matan. Finalmente, envía a su amado hijo, con la esperanza de que le muestren respeto. Sin embargo, éstos conspiran para matar al heredero y apoderarse de la herencia. Jesús pregunta qué hará el terrateniente. La respuesta es obvia y sombría: destruirá a los malvados arrendatarios y traspasará la viña a manos más fieles. Los líderes religiosos que buscaban la forma de prender a Jesús y sentenciarlo a muerte escucharon a Jesús rápidamente entendieron que la parábola iba dirigida a ellos.
5. La última Cena y el Getsemaní
El ministerio de Jesús en Jerusalén alcanza su clímax con la Última Cena, su detención, juicio y crucifixión. La narración de la pasión de Marcos, marcada por su crudo realismo y atención a los detalles, subraya la magnitud del sufrimiento de Jesús. Sin embargo, en medio de este sufrimiento, la narración afirma la identidad mesiánica de Jesús, sobre todo en la declaración del centurión al pie de la cruz.
La cena pascual con sus discípulos antes de su arresto (Marcos 14:12-31) significa la nueva alianza y anticipa su muerte sacrificial. La siguiente agonía de Jesús en Getsemaní (14:32-42) muestra la vulnerabilidad humana de Jesús, mientras que su enjuiciamiento, primero por las autoridades judías (14:53-65) y luego por Pilato, el gobernador romano (15:1-15), así como las burlas y azotes de los soldados romanos (15:16-20), subrayan la injusticia y la ironía del rechazo del Mesías.
6. Muerte y resurrección de Jesús
La narración termina con la muerte y resurrección de Jesús. Su muerte, marcada por la oscuridad y la desolación (15:33-41), culmina en el rasgamiento del velo del Templo, lo que significa el fin del viejo orden y la inauguración de una nueva era.
La narración de la Resurrección en el capítulo 16 comienza con el descubrimiento de la tumba vacía el primer día de la semana por María Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y José y Salomé esposa de Zebedeo y madre de los apóstoles Juan y Santiago (ver Mateo 20:20 y 27:56). Las mujeres encontraron la enorme piedra que cubría la tumba removida y a un ángel en forma de un hombre joven dentro de la tumba. El ángel les anunció la resurrección y les encargó que se lo contaran a los discípulos. Sin embargo, el miedo se apodera de ellas.
Jesús luego se aparece a María Magdalena, que va a contárselo a los que habían estado con Jesús. Luego Jesús se le aparece a dos discípulos y finalmente a los once (los doce discípulos menos Judas, el traidor, que se suicidó) y les ordena que vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a todos. Finalmente Jesús es llevado al cielo donde se sentó a la diestra de dios. Los discípulos por su parte salieron a predicar por todas partes obedeciendo el mandato de Jesús.
El final de Marcos ha sido objeto de controversia porque algunos manuscritos antiguos no contienen los versículos 9-20 del capítulo 16, mientras que otros sí los incluyen. Otros manuscritos incluyen un final más corto después del versículo 8, en el que se resumen brevemente las apariciones de Jesús.
Al parecer, algunos de los primeros padres de la Iglesia, entre ellos Clemente de Alejandría y Orígenes, no conocían los versículos 9-20, mientras que otros, como Ireneo, sí los conocían. En cualquier caso, la presencia o ausencia de estos versículos no afecta ninguna doctrina cristiana, ya que la mayor parte de su contenido se encuentra en otras partes del Nuevo Testamento.
